PRINCIPIOS Y POLÍTICAS PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE:
No estoy postulando la expropiación revolucionaria de la propiedad
privada de la tierra y los recursos naturales. Si pudiéramos empezar de
nuevo, estaría tentado a conservar la tierra y los minerales como propiedad pública. Pero para muchos bienes ambientales, que han sido libres y hoy son crecientemente escasos, aún tenemos una pizarra en blanco en cuanto concierne a la propiedad. Debemos llevar los servicios ambientales que no tienen dueño, y se convierten progresivamente en escasos, hacia la disciplina del sistema de precios, porque son bienes realmente de usos alternativos, en la medida que una persona impone costos de oportunidad a otras (20). Para la mirada de la eficiencia, importa solo que se cargue un precio al recurso, no quien recibe ese precio. El precio necesario o renta de escasez que recaudemos a partir de los bienes públicos ambientales que se convierten en escasos (p. ej.: capacidad de absorción de la atmósfera, el espectro electromagnético) deberían ser usados para aliviar la pobreza y financiar la provisión de otros bienes públicos.
La forma moderna de la reflexión Georgista es aplicar un impuesto a los
recursos y servicios de la naturaleza (los bienes escasos que quedan fuera tanto de la función de producción como del cálculo del PBI) y usar esos fondos para luchar contra la pobreza y para financiar bienes públicos. O simplemente podríamos entregar a los ciudadanos en general las ganancias de un fondo especial creado por estas rentas, como en el Fondo Permanente de Alaska, que tal vez sea la mejor variante institucional existente del principio Georgista. Aplicar impuestos al valor agregado por los individuos al usar su propio trabajo y capital, crea resentimientos. Aplicar un impuesto a un valor que nadie creó – la renta de escasez de la contribución de la naturaleza – no debería crear resentimientos. En rigor, la incapacidad de aplicar impuestos a la renta de escasez de la naturaleza y la posibilidad de apropiación de ella como ingreso adicional por parte de individuos privilegiados, ha sido desde hace mucho una causa primaria de resentimiento y de conflicto social.
Cargar rentas de escasez sobre el flujo de recursos naturales y redistribuir estas rentas para usos públicos, es algo que puede ser concretado por una reforma a los impuestos ecológicos (trasladando la base imponible del valor agregado al flujo total) o por sistemas cuantitativos de techos admisibles y comercio de excedentes ( cap and trade) definidos a partir de un remate gubernamental de cuotas de polución o de agotamiento de un recurso no renovable. De formas diversas cada uno de los caminos limitaría el flujo total y la expansión de la escala de la economía en relación con el ecosistema, a la vez que proveería ingresos públicos. No quiero discutir los méritos relativos de un sistema u otro, que tienen que ver con intervenciones en el precio o en la cantidad en el mercado, sino más bien enfatizar que ambos tendrían ventaja sobre la estrategia que hoy se favorece. La estrategia actual podría ser llamada “primero eficiencia” a diferencia del principio de “primero austeridad” que está comprendido en los dos sistemas de limitación del flujo que se mencionan.
“Primero la eficiencia” suena bien, especialmente cuando se hace
referencia a ello como una estrategia ganar-ganar o más pintorescamente
como “cosechar la fruta que está mas cerca del piso”. Pero el problema
de “primero eficiencia” es con lo que viene después. Una mejora en la
eficiencia por sí misma es equivalente a tener una oferta mayor del factor
cuya eficiencia aumenta. El precio del factor ha de disminuir. Se encontrará más usos para el factor barato. Terminaremos así consumiendo más del recurso que antes, aunque sea de manera más eficiente. La escala seguirá creciendo. Esto a veces es llamado “efecto Jevons”. Una política de “primero austeridad”, en cambio, induce la eficiencia como una consecuencia secundaria. “Primero la eficiencia” no induce la austeridad. Hace la austeridad menos necesaria. Tampoco da lugar a una renta de escasez que pueda ser capturada y redistribuida.
sábado, 22 de marzo de 2014
PRINCIPIOS Y POLÍTICAS PARA EL DESARROLLO SUSTENTABLE
13:00
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